lunes, 25 de agosto de 2014

Los cuatro elementos en Astrología.

Los cuatro elementos -tierra, aire, agua y fuego- revelan un género básico de energía y consciencia, así como también la habilidad para participar en ciertas esferas del ser y para sintonizar con campos específicos de la experiencia. Cada uno de ellos estará presente en todos nosotros aunque conscientemente estemos más sintonizados con alguno de los cuatro tipos. Esta armonización dependerá de la cantidad y de la posición que ocupen las diferentes energías -signos y casas- ligadas a un elemento en particular en el mapa natal.

Para hacernos una imagen más clara de lo que estoy describiendo, podríamos pensar los elementos como un lente por el cual se observa y mide la realidad. Dependiendo de él será más fácil el registro de ciertas cualidades, o planos de la experiencia, que otros.

Cada uno de estos elementos se manifiesta a través de tres modalidades vibracionales: Cardinal, Fija y Mutable. Los Cardinales se relacionan con el principio de acción y son las que realizan movimientos iniciadores de la energía. Los Fijos representas una energía concentrada y acumulada. Y, por último, los Mutables se relacionan con la flexibilidad y el cambio.

Si combinamos los cuatro elementos con las tres modalidades, obtendremos los doce signos zodiacales.

Signos de Fuego: Cardinal, Aries; Fijo, Leo; Mutable, Sagitario.
Sinos de Tierra: Cardinal, Capricornio; Fijo, Tauro; Mutable, Virgo.
Signos de Aire: Cardinal, Libra; Fijo, Acuario; Mutable, Géminis.
Signos de Agua: Cardinal, Cáncer; Fijo, Escorpio; Mutable, Piscis.

Los cuatro elementos, lejos de ser únicamente conceptos abstractos, representan las fuerzas vitales de la creación y que los sentidos físicos pueden percibir. Como factores materiales, simbolizan los cuatro estados de la materia: la tierra lo sólido, el agua la fluidez, el aire lo gaseoso y el fuego el plasma o la energía ionizada radiante. Pueden simbolizar también las cuatro necesitados primarias de todo ser vivo avanzado: aire, agua, tierra (alimento) y fuego (calor).

Fueron relacionados con ciertas doctrinas ocultas y con los diferentes "cuerpos sutiles": el agua se relaciona con el cuerpo emocional o "astral", donde los que predominan son los anhelos, emociones y reacciones sentimentales. El elemento tierra representa el cuerpo físico y el dominio de las formas materiales. El elemento aire se relaciona con el cuerpo mental o "causal" y representa la consciencia armonizada con las pautas de pensamiento abstracto. Por último, el fuego se relaciona con el cuerpo etérico o vital, actuando como transformador de las energías del agua y aire para ayudar a sostener el cuerpo físico.

Tradicionalmente los elementos fueron divididos en dos grupos: los activos y auto-expresivos, aire y fuego, y los pasivos y receptivos, agua y tierra. Estos grupos pueden relacionarse con las divisiones básicas de la filosofía china: Yin (agua-tierra) y Yang (fuego-aire). Son también similares al concepto griego de las dos expresiones de la energía: apoliniana (fuego-aire), que activa y conscientemente forman la vida, y dionisiana (agua-tierra), que se manifiestan de manera más inconsciente e instintiva.

Otro criterio con el cual podemos dividir los elementos en dos grupos es el de los elementos "subjetivos" y elementos "objetivos". Siendo "subjetivos" fuego y agua y "objetivos" aire y tierra.

Podemos decir, entonces, que el fuego será activo-subjetivo, el aire será activo-objetivo, el agua será pasivo-subjetivo y la tierra pasivo-objetivo. Y que el fuego será compatible con el aire y antagónico con la tierra. El aire será compatible con el fuego y antagónico con el agua. El agua será compatible con la tierra y antagónico con el aire. Y la tierra será compatible con el agua y antagónico con el fuego.

Fuego: principio vital que da calor, radiación y energía. Puede manifestarse como amor, entusiasmo y suele dar una sensación de identidad muy fuerte. Es excitable y entusiasta. C.G. Jung lo relacionó con la esencia dinámica de la energía psíquica, la energía que fluye espontáneamente de modo inspirado, auto-motivado. Poseen honradez, fuerza y fe, así como una gran capacidad para dirigir su energía conscientemente. Suelen mostrarse simples y necesitan expresarse con total libertad. Suelen ser cautivadores para algunos, aunque los más sensibles y reservados pueden ofenderse por la falta de control y sensibilidad hacia los demás.

Agua: perciben el mundo a través de sus emociones y son capaces de registrar matices y sutilezas que muchos otros siquiera advierten. Están conectados con el poder de la mente inconsciente y es muy común que ellos sean inconscientes de aquello que realmente los mueve.
Son los signos más intuitivos y psíquicamente sensitivos. Tienen la capacidad de ayudar al otro por medio de su sensibilidad empática. Son más bien reservados y reprimidos, aunque pueden parecer más calmos de lo que por lo general están, ya que constantemente atraviesan tormentas emocionales internas.
Deben controlar su sensibilidad y vulnerabilidad tratando de encausarla de la mejor manera a fin de no desbordarse o ser influído por los demás.

Aire: está relacionado con la sensación, percepción y expresión de la mente. Pertenece al reino de las ideas arquetípicas detrás del velo del mundo físico. Muchas veces se los acusa de soñadores e idealistas carentes de practicidad, sin embargo representan un papel fundamental en la creación a nivel social.
Las personas con signos de aires ponen mucho énfasis en la teoría y los conceptos sobre la vida, encontrando en las palabras y pensamientos el modo más compatible de expresión. Poseen capacidad de despegarse de la experiencia inmediata de la vida diaria, permitiéndose así obtener objetividad, perspectiva y enfoque racional de todo lo que hacen.
Si se ocupan demasiado de sus teorías y abstracciones mentales, pueden desequilibrarse y entregarse a fanatismos y excentricidades. Carecen de registro de las emociones profundas y de aceptación respecto las limitaciones que exige el mundo físico y material.

Tierra: están en contacto con el mundo físico y la realidad de aquí y ahora del mundo material. Suelen armonizar con el mundo de las "formas" que los sentidos y la mente práctica consideran como reales. La comprensión del mundo material los hace más pacientes y autodisciplinados, sabiendo cómo adecuarse al mundo de ganarse la vida, proveerse de las necesidades básicas y persistir hasta alcanzar una meta.
Se manifiestan cuando "lo de ellos" se ve amenazado o cuando su seguridad está en peligro. Tiende a ser cautos, premeditados, convencionales y confiables.
El comprometerse con el mundo práctico puede limitar a menudo su imaginación y llevarlos a una perspectiva estrecha. Más que nada necesitan franquearse a la realidad del mundo invisible y comprometerse en ideales como guía de sus proyectos.

lunes, 18 de agosto de 2014

Linaemiento práctico WUIANLONG de E.S.I.A. Prácticas Bioenergéticas para la Salud, el Bienestar y la Armonía.

Las prácticas se brindan a través de una serie de fases que se despliegan desde un primer nivel (básico), pasando por un nivel intermedio hasta llegar a otro nivel superior de técnicas avanzadas, para desembocar finalmente en el instructorado destinado a aquellos practicantes que aspiren a ser profesores y compartir sus experiencias con quienes quieran transitar el camino de la transformación bioenergética. Dichas fases comprenden tres métodos articulados entre sí abarcando el “método de respiraciones energéticas”, el “método de movimientos energéticos” y el “método de formas energéticas”, donde se combinan el taichichuan (taijiquan), el chikung (qigong), el shaolinchuan (kungfu), y, por supuesto, sobre la base del neidan (alquimia interna taoísta) y el neikung (neigong), complementándose con los métodos del taoyin (técnicas de reparación bioenergética) de la medicina tradicional china, del tui-na (auto-estimulación de los puntos y centros psíquicos de la acupuntura) y el juego de los cinco animales (el wuqinxi) basado en la teoría del famoso médico Huatuo del año 190 d.J.C. y de otros maestros posteriores.


PRÁCTICAS para la SALUD y la primera medida:
Esta variante y orientación de los métodos apunta a desbloquear la energía (chi-qi) que se encuentra trabada o estancada por distintos motivos, ya sea por razones psicológicas o emocionales, por estrés, por cansancio y agotamiento, por demasiadas preocupaciones o por cuestiones de enfermedades o desequilibrios en el funcionamiento orgánico. Y, para corregir esto se aplica la primera medida conocida como: “Muyu” o depuración, a partir de lo cual se liberan las tensiones nerviosas, las cargas energéticas residuales, las vibraciones densas de la energía burda que se encuentra anquilosada en las articulaciones, músculos y órganos vitales.
Lograr esta depuración depende, básicamente, de las siguientes realizaciones:
1º) De una adecuada relajación profunda y centralización en las prácticas armonizadoras para reactivar el gran potencial latente y recuperar el estado pleno de la vitalidad (ching - jing).
2º) De una precisión en la ejecución de las técnicas para lograr el mayor sincronismo entre los factores de activación (respiración, movimiento y conciencia).
3º) De una sensibilización para la captación de las sensaciones energéticas movilizadas (chi - qi) por todo el cuerpo hacia los centros energéticos principales según el enfoque de cada uno de los métodos bioenergéticos a incorporar a lo largo del programa.
4º) De una introspección y unificación interiores para alinear el eje energético y psíquico de la conciencia mediante la visualización de los desplazamientos y circulación del chi (qi - energía) conforme a la orientación precisa de cada práctica.
5º) De una apertura y amplitud de las percepciones más finas y superiores para expandir el Shen (espíritu) hacia las dimensiones elevadas del Ser interior y así lograr la completitud en un estado de profunda satisfacción.


A partir de los anteriores cinco factores aplicados al unísono (algo que se va logrando gradualmente con la asimilación y maduración de la práctica) se aplica la segunda medida conocida como: “Penglian” o refinamiento.


TAICHI
El Taichichuan (taijiquan) es un arte gimnástico suave de oriente para ser practicado por mujeres y varones de todas las edades. Este estilo en particular de Taichi sumamente delicado, se enfoca al desarrollo de un entrenamiento completo e integral del cuerpo físico, la bioenergía y la mente, con el propósito de alcanzar un estado de armonía para potenciar la vitalidad, la salud y un sentimiento de plenitud, profunda satisfacción en estrecha conexión con la verdadera naturaleza interior.



CHIKUNG
El Chikung (qigong) es una ciencia psicofísica terapéutica cuyos ejercicios se basan en la Medicina Tradicional China y en el sistema de meridianos de la acupuntura para energizar los órganos vitales, optimizar el funcionamiento fisiológico, reparar el sistema nervioso, fortalecer la defensa inmunológica y esclarecer la mente, a fin de promover una vida sana, una mejor calidad y un mejoramiento personal en todos los órdenes en base al principio fundamental de esta disciplina orientado a la longevidad.



SHAOLIN
El Shaolinchuan (kungfu tigre-dragón - hulong), o método del Shaolín Alquímico del Tigre y el Dragón es un arte marcial chino milenario inspirado en las habilidades de los animales para mejorar la destreza y capacidades potenciales del ser humano, como así también aplicado al desarrollo y mejoramiento de los reflejos, a la sincronicidad motriz de los movimientos y la agilidad, la rapidez mental, el temple del espíritu, el aumento del vigor y la defensa personal. Orientado principalmente al fortalecimiento de la seguridad interior y el aumento de la autoestima.